Día 1

Refugio Les Fioux - Col de Voza - Bellevue - Pasarela del glaciar - Col de Tricot - Chalets de Miage - Chalets du Truc - Les granges de la Frasse - Combe d'Armancette - Chemin Bernard - Refugio Tré la Tête

Inicio 7:38
Fin 17:50
Cum +1590
Cum -1179

Casi me muerooooooo, qué me rematen...! Qué barbaridad y qué preciosidad de día, así, ambas sensaciones. Nos hemos levantado a las 6,30, desayunamos a las 7 y comenzamos a caminar un poco más tarde de lo previsto... Volvemos al Col de Voza, de nuevo al Col de Bellevue; hace una mañana preciosa, cielo azul y todo despejado.

Llegamos a la pasarela sobre el torrente del glaciar, impone porque se mueve y por el sonido del agua, pero es muy segura y bastante más corta de lo que esperábamos. Gritamos cuando la cruzamos, pero no por miedo...

De allí al Col du Tricot que ya hemos visto la subida según nos acercábamos a la pasarela; subimos en principio muy bien pero después de un tiempo, se nos va haciendo cada vez más pesado, parece que nunca vamos a llegar....



Subida al Col du Tricot

Por ahí transita bastante gente, nos van adelantando -como siempre-.  Por fin llegamos al collado y ya vemos desde arriba la gran bajada que nos espera hasta los Chalets de Miage y la siguiente subida hasta el chalet du Truc. Miage es una pradería muy bucólica llena de vacas blanquitas y, con las montañas enfrente, bueno en todo alrededor; las Domes de Miage...

Bajada a los Chalets de Miage desde el collado



Col du Tricot desde las praderías de Miage





Domes de Miage

Pasamos por el lugar sin mucha pausa porque nuestra etapa es muy larga y vamos retrasadas según el tiempo del libro, no así con los tiempos que están anunciados a lo largo del camino.

Subimos hasta el chalet du Truc y allí descansamos y comemos algo del pic-nic que traemos de Les Fioux.

Bajamos hacia La Frasse y de allí comenzamos a subir a lo que será mi cruz durante un montón de tiempo o al menos, así me lo pareció a mí. La Combe d'Armancette, le chamin Bernard; muy bonito pero me dió una pájara del copón, ¡qué mal me sentí...! al final me recuperé y logré tener de nuevo la sensación de bienestar, aunque terriblemente cansada.

Llegamos al refugio Tré La Tête a las 6 de la tarde y decidimos quedarnos aquí.

Nos tiramos como locas sobre una cerveza que nos tomamos en la terraza, estiramos, nos duchamos y venimos a cenar, que es el lugar desde donde escribo.

Sopa de verduras con queso -que no sabíamos que era para echar en ella y lo comemos a parte-, pasta, pollo guisado, pastel de chocolate, ¿se puede pedir más? bueno una copa de vino de postre!!

Cada movimiento que hago me duele una parte de mi cuerpo, ¡cuántas tengo!.

Ójala mañana sea más favorable.