martes, 23 de agosto de 2011

Día 7

Refugio Relais d'Arpette - Fenêtre d'Arpette - Chalet du Glacier - Les Grands - Refugio Col de Balme

Inicio 7:43
Fin 19:13
Cum + 1715
Cum - 1153

Ruta durísima y larga. Esto lo digo como introducción... Nos levantamos como siempre a las 6:30, petit dejeneur a las 7 y comenzamos a caminar. La subida a la ventana es muy bonita; primero una pista que va por praderías, después por arbolado y ya comienza el camino que se va introduciendo en la montaña.


Salvamos un canchal de piedras por la derecha y sigue el sendero ascendente hasta que llegamos a un caos de bloques de piedra (granito me parece, me recuerda esta parte a Pirineos, a la zona de Benasque) que superamos por la derecha también (con perdón) y enfrentamos los repechos finales que nos llevan al gran mirador que es la ventana d'Arpette!!

La subida está perfectamente marcada con hitos (mojones o jitos)

La bajada que nos espera

Tres horas y media tardamos en subir y paradójicamente es lo mismo que vamos a tardar en bajar...
Glacier du Trient

La bajada es durilla y más si vas reteniendo; a Carmen se le colapsa un cuadriceps y tenemos que parar a hacer un vendaje de emergencia, que más una aspirina y una parada para reponer fuerzas en el Chalet du Glacier nos permiten continuar.

Carmen, desde luego es una valiente! y como yo le dije: "como se nota que la materia prima es buena..."


Desde aquí escogemos la ruta para esforzadas. Tres horas hasta el Col de Balme; primero subimos hasta Les Grands, según vas cogiendo altura vas viendo la ruta de la bajada de la fenêtre, ¡impresionante!, muy guapa... (aunque no creo que Carmen piense lo mismo).
La bajada de la ventana...

Subiendo a Les Grands

De Les Grands hasta Balme a mí se me hizo interminable... piensas que enseguida vas a llegar al Col y mira tú por dónde, ¡que no!

Una tormenta con granizo incluido nos sorprende media hora antes de llegar y hace que nuestra entrada en "la casa de los horrores" sea un tanto patética: nosotras desolés y la peña acabando de cenar; nosotras chorreando agua y cansancio y la madame me dice que no le consta nada de nuestra reserva! pero al final cenamos y dormimos, y por cierto, será de lo que recordemos con más calor, gracia, risa: la sopa caliente, media botella de vino que yo me bebí, una bandeja inmensa de patatas fritas, tortilla con bacon y tartaleta de mirtilos (arándanos) buenísima.

Después de haber tenido una jornada tan dura... todo esto, ¿no es maravilloso?

Sin ducharnos y con la misma ropa del día, -más o menos- nos vamos al dortoir... Nada de este lugar tiene que ver con los refugios vividos hasta ahora, pero puedo decir que adoro este sitio! Ver el atardecer desde la ventana caer sobre el Mont Blanc sabiendo que tan mal lo pasamos y ahora estar así?

He de decir que íbamos influenciadas negativamente hacia la gestión de este lugar, por todos los comentarios que leímos pero, que lo pasamos bien, nos reimos mucho con la señora (que es la jefa de todo) y fueron muy amables. El lugar donde está el refugio es una pasada...

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